He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo,
Jesucristo es el Cordero de Dios, cuyo sacrificio pagado el precio por el rescate de muchas almas.
Por su muerte en la cruz el vínculo de pecado en nuestras vidas ha sido roto.
Por medio de Él hemos sido reconciliados con el Padre Celestial.
Por lo cual nació Jesús, para dar su vida para volver el corazón de los
hijos de Dios al Padre, a buscar ya salvar a los que estaban perdidos.
Él fue levantado en la cruz por los pecadores y sin embargo, al ser levantado, muchos han sido atraídos a Él.
Todo lo que vienen a Él recibe la salvación de sus almas.
Porque por la cruz de Jesucristo que hemos encontrado expiación por todos nuestros pecados.
Amen . Amén.